Cómo evaluar la efectividad de la formación continua

28 Abril 2023 Formación Empresas Formación continua

Mucho hablamos de que la formación continua es una herramienta clave para el desarrollo de los empleados y para su capacitación profesional, y de que las empresas tienen que ver la formación de su personal como una inversión de la que pueden obtener beneficios significativos, como una mayor productividad, retención del talento o satisfacción del cliente. Sin embargo, es fundamental medir su impacto en las personas trabajadoras y en la empresa para poder ajustar el plan de formación y mejorar su efectividad en el futuro. Pero, medir esa efectividad puede ser un desafío, ya que requiere una evaluación profunda del efecto tanto en los resultados de la empresa como el impacto en el desarrollo y la satisfacción de la plantilla.

Aunque cada empresa puede desarrollar sus propios mecanismos y métodos para evaluar la efectividad de la formación continua y medir el retorno de la inversión, a continuación, vamos a describir algunos de los más utilizados:  

  • Encuestas de satisfacción: las encuestas son de gran utilidad para evaluar la calidad del programa de formación y la relevancia para el día a día de los trabajadores.
  • Evaluación del desempeño: se puede evaluar el desempeño de los empleados antes y después de la formación para determinar si la formación ha mejorado su desempeño en el trabajo.
  • Análisis de coste-beneficio: se puede realizar un análisis de coste-beneficio para determinar si el coste de la formación es justificado por el beneficio que aporta a la empresa.
  • Seguimiento de la aplicación de conocimientos: hacer un seguimiento del día a día de los trabajadores sirve para observar si aplican los conocimientos adquiridos en la formación y mejoran su desempeño.
  • Indicadores de rendimiento: se pueden utilizar indicadores de rendimiento para medir la efectividad de la formación. Por ejemplo, si la formación está enfocada en mejorar la productividad, se pueden medir los índices de productividad antes y después de la formación para determinar si ha habido mejoras.

En definitiva, es importante utilizar diferentes métodos de evaluación y medición para tener una visión completa y objetiva del impacto de la formación en los empleados y en la empresa. Tampoco hay que olvidar que toda formación tiene que verse como una inversión tanto para las organizaciones como para las personas trabajadoras.

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